El circo es sinónimo de luces, música, color, movimiento… y mucha energía. Cuando se encienden los focos y la pista se llena de luz, los aplausos y las risas de los niños son el mejor impulso para los artistas. Pero también es una micro urbe en constante movimiento donde viven y trabajan 50 personas.

El Circo, una vida en movimiento, es una clara muestra de cómo la energía hace posible la vida y la actividad profesional de estos artistas que, después de muchas funciones, se ponen de nuevo en marcha, para llevar esa pequeña ciudad hasta un nuevo destino.

La energía es vida y en el circo, se transforma en arte.